La inspección de Policía de La Loma, en San Andrés, en el acta del pasado 5 de febrero correspondiente a diligencia de demolición mediante proceso urbanístico sancionatorio, declaró que, debido a amenazas e intimidaciones, los funcionarios que se habían dado cita para ejecutar la orden, se retiraron del lugar por lo que se decidió suspender la diligencia.
El caso tiene que ver con el litigio por el incumplimiento de los requisitos legales de una construcción en la casa de Oris Corpus y Gustavo Valencia la cual colinda con la Casa Guadalupe en el barrio Loma Barrack, sector de Harmony Hall Hill.
Básicamente se trata del desconocimiento u omisión del espacio que debe haber entre construcciones según las respectivas normas.
Concepto de un experto
En el acta de visita oficial de un arquitecto con fecha 9 de octubre de 2019, se indica que al realizar la diligencia “se logró percatar que la vivienda de la señora Oris Corpus no cuenta con los alineamientos estipulados en el Plan de Ordenamiento Territorial -POT-” y recuerda que la medida mínima en las áreas rurales es de dos metros de aislamiento por cada lado y que la parte posterior que colinda con la Casa de Guadalupe, tiene un aislamiento de 60 centímetros en la parte más ancha y la parte más delgada es de 7 centímetros “generando una cuchilla de separación entre muro y muro”.
“El muro que está perturbando el terreno vecino tiene como medidas 5.91 metros de largo por 3.10 de alto, con tres columnas de 25 centímetros por 25 centímetros con bloque número 15”, según el documento firmado por Kevin Mclaughlin Forbes, arquitecto contratista y enviado al inspector de Policía, Luis Calvo Castro.
Falta de acuerdos
Ante la falta de acuerdos el proceso continuó y el pasado 5 de febrero de 2021 el inspector de Policía Luis Calvo Castro, en compañía del funcionario de la Defensoría del Pueblo, Benett Macnish Nelson; el subcomandante de la Estación de Policía Jhon Alonso; Luis Enrique Tenorio en representación de la Cruz Roja Colombiana; Camilo Andrés Barajas, en calidad de abogado de la Casa de Guadalupe; José Trejos en representación de la Policía para infancia y adolescencia y Kimberley Candela Bilbao, secretaria de la Inspección de Policía, llegó hasta el lugar para dar cumplimiento a la diligencia de demolición pero la acción debió suspenderse por las razones expuestas en el acta que dice: “Estando en el sitio de la diligencia se pudo constatar (familiares y demás del señor Gustavo Valencia Lucio se opusieron a la práctica de la misma (diligencia de demolición parcial); ante las amenazas, los funcionarios se sintieron intimidados y se retiraron del lugar, razón por la cual el suscrito inspector de Policía adopta la decisión de suspender la presente diligencia”, indica textualmente el documento.
Versiones
En representación de la Casa de Guadalupe, Astrid Rodríguez, solicitó a las autoridades que hagan cumplir las órdenes de demolición, porque se han visto afectados inclusive con la incursión de menores de edad y con desechos y excretas que lanzan desde la casa vecina.
La señora Rodríguez denunció que han sufrido detrimento patrimonial porque no han podido desarrollar un proyecto aprobado por la secretaría de Planeación desde al año 2017 consistente en la construcción de cabañas y hasta el momento solo es lucro cesante, además de los gastos por las acciones legales y los daños morales y sociales.
Por otra parte, el señor Gustavo Valencia Lucio, dijo que se trata de un terreno heredado por la familia Corpus y que los vecinos tratan de desplazarlos.
Preguntado por los hechos del 5 de febrero, aclaró que la idea no era intimidar con la presencia de algunas personas al momento de la diligencia porque es una persona de paz, que dialoga, pero destacó que debe defender lo que le pertenece y mucho más cuando se trata de defender a la familia.
“Siempre hemos respetado a los vecinos y no es cierto que les lancemos basura y excrementos, esa no es nuestra cultura”, dijo.
Indicó que es un atropello contra la etnia raizal, porque, aunque la denuncia es contra Valencia y no contra los Corpus, para él es solo una forma de afectar, indirectamente, a las trece personas que habitan en esa casa raizal, en donde el único continental es Gustavo Valencia Lucio.