La presidente del Movimiento de Veeduría Cívica Old Providence de Josefina Huffington Archbold, denunció la construcción de un megaproyecto hotelero denominado Mount Sinaí, en la zona de amortiguación del Parque Natural.
En un comunicado Miss Huffington señala que “se inicia la reconstrucción de viviendas a través de Findeter, sin que se conozca los términos de referencia y características técnicas de las viviendas que se pretenden construir. La falta de coordinación interinstitucional no permite identificar ni siquiera por parte de la Alcaldía los términos de referencia que evidencie que a los diseños han sido incorporado las normas antisísmicas y anti huracanes, que le dé tranquilidad a la comunidad de que la inversión garantizara la seguridad a quienes las habitarán.
En relación con la concertación se hicieron con base en un prediseño con un Render, sin términos de referencia imponiendo un solo prototipo de vivienda con cuatro variantes con un único fin de urbanizar las islas. Pareciera que el interés del presidente Duque es urbanizar las islas con el sello Bent-Duque y acabar con una tradición histórica de 450 años.
Es totalmente inconcebible que la Sociedad Colombiana de Arquitectos haya publicado alrededor de 30 alternativas, sumado a la propuesta de la Universidad Nacional, 2 Prototipos de Argos, 6 del club de Amigos para un total de 40 opciones adicionales y se insiste en un solo modelo.
Si Findeter va a contratar casas, cual es el problema de construir varios modelos, cual es el problema que decidan los que las van a habitar. Uno puede cambiar de moto, pero una casa es para toda la vida.
Se ha advertido que los techos que se vienen reconstruyendo no vienen incorporando técnicas de amarres antihuracanes.
La inversión hecha por el expresidente Uribe se perdió, porque no fueron hechos con las normas técnicas internacionales. Lo que están tratando de improvisar ya es tecnología probada y se viene implementando durante décadas en el Caribe.
Como comentario final quiero dejar constancia en este comunicado, “Hay que aprender de las experiencias”, si bien incorporar un baño, una cisterna y un cuarto estilo bunker es una decisión acertada. Es un error no incorporar las técnicas de amarre de los techos, porque ante una eventual amenaza de un huracán menor o igual, no solo se llevarán los techos, si no se perderá la inversión de los paneles solares que se pretenden instalar”, indica el documento.
Antecedentes del Hotel
El proyecto hotelero de Mount Sinaí, no es nueva, ya en 1995 se había presentado y se trataba de la construcción de 14 cabañas en un terreno de 12.000 metros que está en límites del manglar Mc.Bean, lo que también preocupa en la actualidad a la señora Josefina Huffington.
Se sabe que este manglar, es un Parque Nacional que tiene la característica de que, por su extensión y por ser barrera de arrecifes es el más importante de los cinco que tiene Providencia, dada su extensión y la gran laguna que encierra, además de su ubicación frontal hacia la barrera de arrecifes coralinos.
El extinto abogado y exalcalde de Providencia Alexander Henry Livingston, autorizó la licencia de construcción de este complejo hotelero mediante la resolución 005 de 1993, documento que, al ser analizado por la Contraloría, se detectaron al menos seis irregularidades.
El 7 de enero de 1993 era la fecha para iniciar las obras que debían ir hasta el 7 de julio de 1993, es decir a los seis meses, pero mediante un oficio de la dirección de Planeación y Obras Públicas Municipales de Providencia, se informó que en esa fecha no se habían iniciado las obras en el predio Caribbean Village.
Ese incumplimiento por parte del propietario del predio originó que el alcalde de Providencia hiciera una consulta ante la Sección de Asesoría Jurídica Regional y Local del Ministerio de Gobierno, la cual le respondió que debía revocar la resolución.
Además, la Contraloría encontró que el acuerdo 014 emanado del Consejo de Providencia prohibió que las personas que no tengan más de diez años de radicación en las islas, construyan viviendas o establezca negocios y se evidenciaba otro incumplimiento.
Esto se ratifica en los documentos pues se observa que en la Escritura Pública de compraventa número 1 de enero 2 de 1992, otorgada por la Notaría Única de Providencia mediante la cual el señor Ernesto Rozo Ospina adquiere el inmueble, se manifestó que el propietario señor Rozo es vecino de Bogotá y de tránsito en Providencia.
Otro punto en contra de esta construcción se refiere a que el mismo día en que el alcalde Alexander Henry expidiera la resolución 005 de enero 7 de 1993, la ingeniera jefe de la Empresa de Obras Sanitarias del municipio -Empoislas-, Linett Sans, indicó que en esa oficina se encontraba inscrita y conectada una acometida, sin haber obtenido previamente copia de la licencia de construcción del condominio.
Otro de los puntos que no se cumplieron fue el de que las solicitudes de licencia y patentes debe ser comunicadas a los vecinos a quienes se deben citar para que puedan hacerse parte y hacer valer sus derechos, en los términos previstos en el Código Contencioso Administrativo.